RESEÑA HISTORICA

En la noche del 17 de agosto de 1962 el barrio la vega fue inundada por el Rio Hacha y la quebrada la Perdiz, dejando 122 personas muertas de las cuales solo se rescataron 57 cadáveres.


De dicha catástrofe quedaron también 616 familias damnificadas, tanto en la parte rural (112) como urbana (504). Desaparecieron centenares de animales y cultivos de pan coger, igualmente desaparecieron 17 puentes en la parte rural.

El violento invierno fue causa de grandes derrumbes que obstaculizaron el transporte terrestre por 15 días tanto de pasajeros como de víveres.

Fueron muchas las ayudas que llegaron en esos días tanto del gobierno como de la iglesia colombiana y del entonces Papa Juan XXIII que se solidarizó enviando una muy buena colaboración para conseguir el terreno para los damnificados, fundando así el nuevo barrio que lleva su nombre: BARRIO JUAN XXII donde hoy se encuentra la Parroquia de NUESTRA SEÑORA MADRE DE LA IGLESIA.

En la medida de la construcción de las nuevas casas que formarían en nuevo barrio, se iban entregando por sorteo a un costo de $ 12.000 cada una, valor que se cancelaba por cuotas muy bajas; el plazo para pagarlas era de 20 años.

Unos de los primeros habitantes fueron:

Luis Carlos Dussan

Jesús Rivera

Nepo Silva

Manuel Ávila

Alirio González

Los Sánchez.

La inauguración del BARRIO JUAN XXIII fue en 1965. Al fundarse el barrio, el entonces Obispo, Monseñor Angel Cuniverti, vio la necesidad de fundar la parroquia dándole el nombre de NUESTRA SEÑORA MADRE DE LA IGLESIA, en memoria del Concilio Vaticano II que la había decretado como Madre de Iglesia, por decreto Nº 52 del 10 de febrero de 1966 con sede en el barrio Juan XXIII de Florencia, territorio desmembrado de la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes quien fue la encargada de la animación para la creación de la nueva parroquia y asistir a los pobladores de la zona de pueblo nuevo donde ya existía una capilla .

Con el decreto de erección de la parroquia se nombró el primer párroco P. Juan Viessi del Instituto Misionero de la Consolata con el encargo de la construcción del templo y el acompañamiento de la comunidad.